Si por esas casualidades de la vida, la vida misma te mostró su otra mitad… no tengas miedo. Hoy talvez sientas que el sentido de ella misma te defraudo, que su sonrisa tan amplia ya no es tan extensa o que las noches mismas se hacen eternas cuando la soledad cae en ti. Al otro lado de esa mitad, cruzando mi límite de risas y llantos se encuentra el destino enmarcado por el tiempo. Sabes que de un segundo al otro ese límite traspasa una velocidad superior a tu luz, un segundo ríes y al otro lloras. Realmente no te das cuenta… pero tú eres quien recobra fuerzas… tus llantos, tus lamentos te hacen cada día más y más fuerte. Aquel día, que la luna caiga sobre el, que recuerde con una lagrima el primer beso, que lamente en el alma haberte perdido… porque tu sabes que hoy tu sientes perdida… pero pronto el lo estará, tu ya tendrás la suerte de sonreír al ver telarañas, de no temer al limpiarlas y aun mejor, para ese entonces tu duelo abra terminado y el de el empezado. No le escapes a la vida, acepta sus lados y confronta el miedo con una lágrima, luego calmara…
Lloraras más de mil noches, te lamentaras más de mil veces para luego sonreír más de mil noches y mil veces.