
Otras veces, podríamos sentir lo significativo de la compañia del otro, que se apodera con sus brazos y sus hombros de un llanto indefinido. Tu sabes, cuando te acurrucas y lloras, aveces sin parar, no hay consuelo mas grande que el de aquellos que mas te aman. Tu sabes tambien, en ese momento no quieres a nadie, pero sin esa contencion tan amable talvez formes lagos o mares de tristeza.
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